Título: Otra vuelta de tuerca
Título original: The Turn of the Screw
Autor: Henry James
Año de publicación: 2002 (20ª edición)
Editorial: Anaya
Nº
de páginas: 185Precio: 8,50 €
Encuadernación: Tapa dura
Una joven inglesa llega a una vieja mansión en el campo para encargarse de la educación de un niño y una niña que han quedado huérfanos. Poco tiempo después de su llegada, descubre que los niños reciben periódicas «visitas» de sus antiguos preceptores, un hombre y una mujer muertos un año atrás. La institutriz, horrorizada, decide hacer lo posible para defender a los niños, cuya custodia se le había encomendado, y trata de interponerse entre ellos y los fantasmas. Con esta historia, aparentemente tan sencilla, Henry James logró realmente el «más difícil todavía»: dar otra vuelta a esa «tuerca» que hay escondida en todo relato de terror.
Esta novela como su propio nombre indica le da otra vuelta de tuerca a la típica historia de terror. Estaríamos ante una novela de terror psicológico, en la que estarían representados distintos tipos de terror sin que lleguemos a saber a ciencia cierta cuál es el verdadero. Podríamos estar ante una historia de fantasmas o ante unos personajes con problemas psicológicos. Esto parece quedar a la decisión o entendimiento del lector y sus propias preferencias o miedos personales.
Podemos encontrarnos ante una novela de fantasmas y posesiones, en la que no falta ninguno de los elementos del género, antiguas mansiones, fenómenos inexplicables, etc. Donde los típicos fenómenos paranormales se suceden hasta llegar a un punto de inflexión y un desenlace fatídico.
Por otra parte, que quizás parezca más atractiva, seria la explicación desde un punto de vista psicológico. Es más racional creer en los problemas mentales de la institutriz que es la que cuenta los sucesos, aunque no parece ser la única mentalmente inestable. La institutriz se ha visto envuelta en esta historia, que ha hecho florar sus propios miedos ocultos y fantasmas personales.
Bien pudiera ser que todo el elemento fantástico y terrorífico de la historia fuera producto de una mente desequilibrada, concretamente la de la institutriz, que influenciada por la situación, viéndose incapaz de hacer frente a las complicaciones de sus tareas, recurre a fantasías que le permitirían obviar sus propias inseguridades y desequilibrios mentales.
En cuanto a los otros personajes, los niños son bastante precoces e inteligentes, quizá detectan la debilidad de la institutriz y deciden aprovecharse jugando con sus miedos y fomentándolos. Tampoco ayuda a la salud mental los criados con sus historias de fantasmas, que quizás cuenten más al ver el efecto que producen en ella. Si saben que le da miedo quizás deciden aprovecharse de eso, por diversión o por sus propios fines.
En resumen, lo interesante de esta novela es que admite varias lecturas. Es como una matrioska, y cada vez que abres una muñeca encuentras otra en su interior. Según nuestras preferencias podemos entenderla de una manera o de otra. Incluso aunque parezca imposible de varias a la vez. Esconde más que parece, si somos lógicos daremos la explicación más sencilla de que no existen fantasmas y esto nos llevara a su vez a otras interpretaciones. O también podemos dejarnos llevar y culpar a los fantasmas. Pero esto también tiene más de un punto de vista.
Pues no me importaría leerlo, tengo pendiente a este autor =)
ResponderEliminarBesotes