Te daba por muerto - Pete Nelson

Título: Te daba por muerto
Título original: I Thought You Were Dead: A Love Story
Autor: Pete Nelson
Año de publicación: 2013
Editorial: Booket
Nº de páginas: 350
Precio: 12,95 €
Encuadernación: Rústica

La vida de Paul Gustavson es un desastre, una carrera de llena de obstáculos en la que continuamente tropieza: está divorciado, su forma física es deplorable y su estado de salud penoso, su padre ha sufrido una embolia, tiene una relación inestable y problemas de impotencia…

Pero tiene a Stella.

Stella es la perra de Paul: Escucha con paciencia sus quejas sobre las injusticias de la vida, y le da su opinión sincera y certera, con comentarios llenos de razón e ironía.

Stella es la voz de la conciencia de Paul, su norte, su confesora, la única constante con los pies en el suelo en un mundo que no deja de girar y cambiar.

A primera vista un libro sobre un hombre de mediana edad sumido en una crisis existencial, y que además habla con su perra, no parece demasiado incitante como lectura. Se puede pensar que sería algo muy volcado en el humor o en algún tipo de melodrama filosófico, pero este libro resulta ser mucho más. 

Paul se encuentra en una especie de callejón sin salida, no acaba de encajar en la sociedad, su vida entera parece atascada y todo le va de mal en peor. Lo más triste es que, a pesar de ser esencialmente una buena persona, gran parte de las cosas que le pasan son fruto de sus propios errores, encima él lo sabe. 

Ya te lo he dicho otras veces. Hay una línea. Por encima de esa línea, la vida es estupenda; por debajo, la vida es una ruina...

Lleva un estilo de vida poco recomendable, siguiendo una especie de rutina insalubre que le lleva a aislarse de aquellos que podrían ayudarle. No es de extrañar que el ser más cercano a él, su gran confidente, sea su vieja perra Stella. El autor hace que Paul personalice a Stella en un ejercicio de antropocentrismo, que lleva al protagonista a mantener interesantes conversaciones con Stella. Esto es para mí la parte más sustanciosa del libro, pues proporciona los mejores diálogos cargados de un humor acido muy logrado. Stella es la brújula moral que tiene Paul, me gusta que encare las cosas con la fuerza y la simpleza con que lo hace, sin las complicaciones sociales que tenemos los seres humanos. 

-Querer es fácil-dijo Stella.
-Para ti es muy sencillo decirlo. Tú quieres a todo el mundo.

También tendremos con Stella algunas de las situaciones más emotivas, en ciertos momentos la relación de ambos llega a ser verdaderamente enternecedora. Eso no es obstáculo para que Paul tenga por su cuenta toda una serie de situaciones angustiosas, tanto familiares como amorosas. Profesionalmente parece algo atascado, lleva bastante tiempo escribiendo un libro llamado Ciencias naturales para torpes, del que iremos conociendo algunos fragmentos cuando venga al caso. Es un poco de literatura dentro de la literatura, lo he encontrado positivo para la historia. 

De modo que si hay, digamos, en el mundo entero, unos cien millones de perros, tirando por debajo, y ciento cincuenta mil lobos, en ese caso, ¿quién gana? ¿Quién se ha adaptado mejor? ¿Quién es el más evolucionado, de acuerdo con la propia definición de Darwin?

En resumen, un buen libro que ha constituido para mí una sorpresa agradable. Recomiendo su lectura, me ha parecido una interesante reflexión sobre como cualquiera puede verse, casi sin darse cuenta, perdido en su propio laberinto. Afortunadamente, como se refleja en el libro, si tenemos la voluntad de cambiar podemos buscar algo que nos sirva de catarsis para poco a poco ir enderezando nuestro rumbo. Si se quiere cambiar algo no hay que hacer siempre las mismas cosas.