Parco - Jordi Sierra i Fabra

Título: Parco
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Año de publicación: 2013
Editorial: Anaya
Nº de páginas: 138
Precio: 11 €
Encuadernación: Tapa dura

X Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, 2013

"Parco" no es una novela usual.

"Parco" es un grito.

"Parco" es una historia diferente, al límite, afilada, cortante como una cuchilla, contundente, directa, un pulso en tiempos oscuros.

"Parco" podría hablar de cualquiera de nosotros, marginales, reales, situados en el extremo de una vida.

Una historia que arranca en un reformatorio, con un joven asesino, un misterio y un camino por recorrer. Por el camino: el miedo, la angustia, unas circunstancias desesperadas, una búsqueda sin recompensa. Huir, salir, defenderse, luchar, y al final…

Soy fan de Jordi Sierra i Fabra, sus novelas son inteligentes. Aunque suelen estar destinadas al público juvenil, no son para nada paternalistas ni toman a los jóvenes por seres delicados que necesitan ser engañados. Esta novela sigue esta premisa hasta sus máximas consecuencias, presentándonos una realidad cruda y sin tapujos, en la que vemos que arrebatar cualquier esperanza a la sociedad tiene como consecuencia respuestas desesperadas. 

Parco no es la típica novela juvenil y su protagonista tampoco es como la mayoría de jóvenes, al menos de los que suelen poblar las novelas del género. Su vida dura y sin alegrías transcurre en el lado malo de la sociedad. No quiere desaparecer engullido por la marginación que le rodea, por eso comete un acto desesperado a plena luz, lanzando de esta manera una especie de mensaje al mundo. 

La novela está narrada con frases cortas y contundentes, a semejanza del apodo del protagonista la parquedad en palabras sirve para definir un ambiente peculiar y desolador. Pensamientos y diálogos se combinan creando un original relato de frustración y oscuridad, en el que el optimismo solo se intuye a lo lejos como visto a través de unas rendijas. 

Me ha gustado esta peculiar novela presentada en una buena edición, es corta y se lee rápidamente, pero aunque fuera más larga pasaría igual porque te engancha. La dulzura y la magia están bien en los libros y en la vida, pero de vez en cuando también necesitamos cierto regusto de amarga realidad aunque solo sea para contrastar.