viernes, 2 de marzo de 2012

Poesía XXI


Erase una vez un país
que tan tranquilo y feliz
después de haber bien comido
la siesta se puso a dormir.
Nunca duermen los ladrones
y de hecho le bajaron por el techo.
Lo que había se llevaron
y no teniendo bastante
de lo que fuera a tener
también tomaron su parte.

Despertó nuestro país
más triste que se acostó.
Todavía esperanzado
se fue en busca de justicia
pues se sentía ultrajado.
Descubrió que entre los pobres
ahora estaba situado
poca justicia encuentras
sin dinero ni abogados.

Busco entonces solución
entre sus líderes votados
solo encontró ofensas
y consejos desalmados.
Dicen con bocas torcidas
y corazones peludos:
solo roban a los tontos
solo duermen los más vagos
casi os lo merecisteis.
Hay que agachar la cabeza
caminar o reventar
esa es siempre su respuesta.

Quedo pues nuestro país
robado y apaleado
con el abismo delante
y a la espalda la injusticia.
No quedo sitio en el medio
pero un país lo consigue
a codazos si hace falta.
Si despierta la conciencia
si la ira es justa y clara
si no hay nada que perder  
el pueblo a luchar empieza.

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