Erase una
vez un país
que tan
tranquilo y feliz
después de
haber bien comido
la siesta se
puso a dormir.
Nunca
duermen los ladrones
y de hecho
le bajaron por el techo.
Lo que había
se llevaron
y no
teniendo bastante
de lo que
fuera a tener
también
tomaron su parte.
Despertó
nuestro país
más triste
que se acostó.
Todavía
esperanzado
se fue en
busca de justicia
pues se sentía
ultrajado.
Descubrió
que entre los pobres
ahora estaba
situado
poca
justicia encuentras
sin dinero ni
abogados.
Busco
entonces solución
entre sus líderes
votados
solo encontró
ofensas
y consejos
desalmados.
Dicen con
bocas torcidas
y corazones peludos:
solo roban a
los tontos
solo duermen
los más vagos
casi os lo
merecisteis.
Hay que
agachar la cabeza
caminar o reventar
esa es siempre
su respuesta.
Quedo pues
nuestro país
robado y
apaleado
con el
abismo delante
y a la
espalda la injusticia.
No quedo sitio en
el medio
pero un país
lo consigue
a codazos si
hace falta.
Si despierta
la conciencia
si la ira es
justa y clara
si no hay nada que perder
el pueblo a luchar empieza.
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