sábado, 25 de febrero de 2012

Poesía XV




Dos almas renacidas en la oscuridad de la noche
dos almas divididas por la sociedad.
 Luchando en la batalla de la humanidad
por descubrir a donde van
Sus espíritus inquietos no las dejan descasar
tendrán que encontrar la manera
de poder otra vez volar.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Poesía XIV


Por verde que sea el árbol
al que acudes a llorar
ten cuidado con tus lágrimas
no lo vallas a secar
que las lágrimas son saladas
y tu tienes todo un mar.
Así que si alguna sombra buscas
para la tuya ocultar
no dañes a otro inocente
porque al que a ti bien te hace
 tu siempre le devuelves mal.


Mini-Relatos


Estos son mini-relatos que un amigo y yo escribimos para un concurso, aunque no ganamos he decidido compartilos con vosotros.


Sus dedos rozaron el ornamentado marco de la puerta, sus ojos pasearon con tristeza sobre las sombras que la escasa luz del amanecer extendía por los suelos, hasta internarse en la habitación. Carentes de vitalidad, mostraban un apagado resto verdoso de lo que fueron sus cristalinos ojos. Fue la noche más larga de su existencia, por ello le costaba abandonar la estancia. Dejó caer su corsé, saliendo al fin al exterior desnuda, tan solo cubierta por la sangre de lo que seguramente añoraría; de lo que por fin la liberó. Dejaba atrás el cuerpo sin vida de aquel que amó.



La Reina Victoria era la emperatriz de la India, pero ironías de la vida en la fiesta del Jubileo había otra Reina en Londres. Una enorme rata india llego en un barco de té, lucho en los muelles, conquisto Seven Dials, domino Hanover Street. Pronto se estableció con su sequito en Buckingham Palace. Incluso viajaba a Balmoral con la familia real. Fue implacable la llamaron Kali y fue madre de muchos y la perdición de todos sus enemigos. Decidió los destinos de su especie controlando las cloacas y almacenes. Su hijo Anawart heredo el trono, pero esa es otra historia.


jueves, 16 de febrero de 2012

Poesía XIII


En la tibia luz
tu blanco velo
dolor secreto.

Por nuestro amor negado
triste la espera
en tu larga ausencia.

No hay esperanza
su sola cura
es tu presencia.


martes, 14 de febrero de 2012

Poesía XII


Si por el triste consuelo
de una mirada
alza ya el vuelo
el alma enamorada
de igual manera
el Sol apaga
una palabra airada.

Si la luna rota
de la esperanza
se recompone en tu presencia
es porque se rompió
con tus ausencias.

Si en el altar de tu cuerpo
el mío inmolo
no es sacrificio
no es un capricho
es tan solo
porque te adoro.



domingo, 5 de febrero de 2012

Mary & Jack


María Ana Expósito Moreno tenia 15 años, cuando llego con su familia a las minas de Jaén. Su padre Pedro era entibador y había conseguido trabajo en una mina que una compañía inglesa tenía en las montañas cerca de Andújar

Eric Nichols, era el hijo del capataz ingles, tenía 21 años, ayudaba a su padre y a pesar de que eran trabajadores como la familia de María las diferencias de clase eran grandes y todavía más grandes eran las diferencias culturales, pese a todo, el amor no entiende de barreras y no tardaron en enamorarse. Y lo que es más difícil casarse.

Nichols encontró trabajo en Inglaterra en los muelles de Londres, les pareció mejor que la mina, que ya había enfermado de silicosis a Pedro y matado a un hermano de Nichols llamado John en un derrumbe. Se despidieron de todos y emprendieron viaje hacia Gibraltar donde embarcaron rumbo Inglaterra. Y remontar el Támesis hasta Londres. No tuvieron suerte en su nueva vida, poco después de llegar Nichols contrajo una enfermedad que le llevo rápidamente a la tumba.

María Nichols tuvo que buscar trabajo en lo que pudo, no lo tuvo fácil, tuvo que limpiar cocinas, lavar ropa y trabajos similares. Era extranjera y no dominaba bien el idioma, fue de mal en peor hasta que se vio obligada a vivir en la calle, en los peores barrios como Saint Giles, desesperada cayó en la profesión más vieja del mundo.  Un día en Whitechapel un cliente que cosa rara parecía un caballero y eso con lo peligrosa que era la ciudad, era algo a tener en cuenta, parecía que se había encaprichado con ella, pensó que su suerte iba a cambiar, se llamaban por sus nombres.
Él le llamaba Mary Ann y ella le llamaba Jack y lo demás ya es historia.

jueves, 2 de febrero de 2012

Poesía XI


Arena
Agarramos al amor como náufragos
poseídos de un temor
con las dos manos a puñados.
Salvajes incontrolados
erigimos castillos cimentados con sueños
subtentados con aire.
Delirio de locos
arrasados con lágrimas
de verdades a medias
y mentiras enteras.
Las crueles espinas
cortaron el frágil acero
de nuestros increblantables lazos.
Nuestra historia interminable
como todas termino
poco a poco inexorable
se nos escapo
como fina  arena
entre los dedos.