sábado, 25 de febrero de 2012

Poesía XVII




En el negro altar
 rojo por la sangre
de un sacrificio,
un dios sin nombre
alza en sus garras
 algo que fue humano
 y ahora es despojo.
Infame ofrenda
de la raza maldita,
 que fue antes que el hombre.
Infernal escena
de maldad tan plena,
que quien la contempla
su mente condena.
Ya solo podrá rogar
que los antiguos
jamás nos vuelvan a encontrar.


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